sábado, 24 de diciembre de 2011


foto de http://navidad.es


Querido Papá Noel,

Como pasa el tiempo eh!! Pero veo que tú sigues conservándote tan bien como hace mas de  300 años, mismo gorro rojo, mismo traje… las barbas te las recortarás, ¿verdad?

Bueno ya sabes que en esta casa es costumbre preparar la Noche Buena con antelación, así que te puedo decir que ya está todo listo: los turrones cortados, junto con los mantecados y las cabritas, el queso y el jamón york listo para servir (la pata solo la hemos visto en la tienda, imposible cargarla en el carro…), los langostinos en bandejas (este año no nos llego para cigalas) y por supuesto el pollo asado (no hubo manera de negociar con la tendera para que, al menos, nos diera el solomillo más barato).

Por mi parte ya me he puesto el traje de fiesta (el del año pasado,¡claro!) y como no, vamos a bailar toda la noche la música de Rapahel!!. Ya sé que no es muy moderna pero… es que se nos ha roto la mini cadena y solo funciona el cassete de mi abuelo.

Como ves todo marcha sobre ruedas y yo he sacado un ratito para escribirte mi carta. Creo que llego a tiempo para pedirte que por favor este año seas bueno conmigo (yo lo he sido eh!! ). 

Sé que tienes que venir desde el Polo Norte con un pesado trineo, así que solo voy a pedirte una única cosa: un juguete,  increíble, sexy, grande, tierno, dulce, simpático, entretenido, parlanchín, moreno, con ojos verdes y sobre todo con una buena cuenta bancaria, que dice mi abuela que  eso es requisito imprescindible para que entre en la familia (no vaya a ser que para una vez que me haces caso, sea mi familia quién lo vete ¿verdad?)

Creo que con eso me conformo… bueno con eso y con que tengas buenas proporciones ehh!!. 

Saluda a Rudolf y a Mamá Noel de mi parte

Un abrazo.

Soraya

¡FELIZ NAVIDAD!


martes, 20 de diciembre de 2011



foto de http://mundocine.com


Siete y media de la tarde, aparca el coche y sube las escaleras de acceso al centro comercial. Menos cuarto llega a la cola de las taquillas. Menos diez delante de la taquilla esperando a que el tipo le de las entradas. Ocho de la tarde entra por la puerta. Y cinco llegó a tiempo.

Se apagan las luces, un suave hilo de luz navega por el aire hasta una pantalla donde se proyectan las imágenes. A las ocho y cuarto aparece un tipo que luce algo en su muñeca y no es una pulsera: un reloj fluorescente que le dice que está viviendo al día y que le quedan horas para lo inevitable.

Se pasan horas, años y siglos con un simple apretón de manos y a las nueve a ella no le quedan chuchearías en la bolsa. Un secuestro por una diferencia en horas de vida que acaba en amor y a las nueve y media ya tampoco le quedaba panchitos. La conclusión de que hay que luchar contra la idea de que da igual si es dinero o el tiempo de la gente pero no debe de servir de moneda de cambio y muchos menos que para que unos vivan otros tienen que morir, le llevo a las diez y cuarto de la noche.

A las diez y media se encontraba de camino al coche y a las once y media de la noche se dio cuenta que estaba IN TIME en la cama!!.
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Como pasa el tiempo....

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