jueves, 21 de agosto de 2014
Por un instante pensé que si me hacia la sorda funcionaría, pero no... eso no iba a funcionar entre otras cosas porque mi abuela se puso en pie en cuanto sonó el timbre. Por suerte la frené a tiempo y finalmente me enfrenté a mi destino: La Pepi.

- ¡Hola Maja! Tu abuela me prestó un poquito de sal para la comida. Ten el tarro, ya terminé de hacer la comida.
- ¡Oh! gracias Pepi. Nos vemos.
- De nada, mujer.- ya estaba cerrando la puerta cuando su mano la frenó.- por cierto ¿que tal tu abuelo?, ya me contó tu abuela que le han operado.
- Si, bien gracias. Va recuperándose poco a poco, pero va muy bien. Gracias por preguntar. Nos vemos Pepi.- de nuevo intenté cerrar la puerta cuando...

- ¡Pepi! pasa mujer, pasa...

No lo dudo, en un abrir y cerrar de ojos Pepi estaba sentada en el sofá junto a mi abuelo.

- ¿Que tal anda?
- Bien gracias.
- Ya me ha contado su señora que van ha pasar unos días con su nieta, hasta que se recupere ¿Menudo susto no?
- Pues si mira, pero estoy fenomenal y poco a poco voy mejorando, además ya puedo comer muchas cosas.
-¡Hombre claro que sí! y en nada a sus tareas, es lo que tiene los ataques de apendi que llegan de golpe.
- Si vienen de sorpresa...

Para sorpresa la mía... Pepi estaba siendo de lo más simpática y además de lo más cotilla, porque anda que le quitaba ojo a la estantería...

- Pepi ¿te apetece algo de tomar?.- ¡Queeeee! mi abuela se había vuelto locaaa.
 - No mujer.
- ¿Seguro? no te apetece un refresquito o...
- Abuela, es demasiado temprano ¿verdad que si Pepi?  Además seguro que tienes la mañana muy ocupada.
- ¡Oh! no mujer, solo me queda planchar y la verdad es que no tengo muchas ganas. Bueno si insiste un refresquito no, pero un cafecito...

Cafecito, cafecito... aquella visita iba a ser larga, muy larga, tan larga como que terminó a las 2 con la comida fría y la mesa sin poner.

- Bueno Pepi, gracias por tu visita.
- Gracias a tí por el cafecito y por ponérmelo en taza, sabe más rico.- me guiñó un ojo.
- De nada, me alegro que te gustase. Por cierto...¿estaba bien de sal?
- Como de sal, será de azúcar.
- No de sal, porque es del mismo tarro que mi abuela te prestó...

Verde, morada, hasta blanca... no sé qué tipo de comida había hecho, pero dulce ¡iba a estar un rato!.

martes, 19 de agosto de 2014

Las mejores conversaciones surgen en el metro y muchas en los ascensores...

- Me lo compré por 25 euros y tiene una potencia... vamos mucho mejor que uno de esos de ciento y mucho.- desenfundó un móvil de esos de primera generación.
- Ahh... que bien.
 - Si, si ya ves con él, llamo por aquí en el metro y contesto a los sms y todo.
-  ¿Por aquí?. - dijo señalando al andén mientras subía el ascensor.- Imposible. 
- Si, si, mira no tiene whatsapp, pero vamos no me hace falta porque cuando me llaman recibo todas las llamadas...
- Ya, pero no en esta línea. Aquí no tiene nadie cobertura.- descubierta...
- Pero es que tiene una potencia... ¡y solo por 25 euros! vamos estupendo, por lo que me costó.... ya te digo que contesto y todo.- claro ejemplo de no querer torcer el brazo...
- Pero no esta línea Andrea, ¡que ya te he dicho que no tiene cobertura nadie!
- Yo te lo recomiendo... - evadiendo...-  por muy poco tienes un movil muy bueno pero muy simple....- vendiendo la moto....- y funciona de maravilla ¡incluso en el metro!

Continúe con mi camino en cuanto las puertas se abrieron, pero estoy segura de que la mujer se quedó dándose cabezazos contra los torniquetes, por culpa de la tal Andreita... Y es que la nuevas tecnologías avanzan tanto, que algunos se quedan en la primera generación. ¡Ains!,  ¡no están hechas para todo el mundooo!

PD: ¡¡Dedicado para todos los rezagados!! ;P


Related Posts with Thumbnails

Como pasa el tiempo....

No te pierdas lo nuevo de Revuelto de Neuronas en tu email,¡suscríbete!:

Delivered by FeedBurner

¡¡¡Sigueme!!!

¡Ojo! aquí quedas fichado...