viernes, 29 de agosto de 2014



Al principio le tenía un miedo atroz, pasaba por detrás de él corriendo e incluso le miraba de reojo, era un aparatejo que le escupía aire a la cara y eso era imperdonable.  Pero con el tiempo se han hecho buenos amigos, tanto que en cuanto se para, estira la pata e intenta girar las aspas como animándole a continuar.

Así es Lito, un animal que al final se deja convencer y no me extraña, porque en días de calor el ventilador se convierte en nuestro mejor amigo ;)


jueves, 28 de agosto de 2014
 

Pepi se marcho con viento fresco y por unos días no supimos nada más de los habitantes de la calle San Luis, salvo de mis padres. Que venían todos los días a ver qué tal marchaba todo en casa.

Fueron días tranquilos, de pelis de vaqueros, de corrida de toros, de juegos de cartas y de tareas hogareñas. No eran las actividades que mas me gustaban, pero si eran con esa compañía, todo me apetecía.

[DIN DON]

- Abuela ya voy yo, serán mis padres.

Fue abrir la puerta y encontrarme a todos, a todos sin excepción, paloteando sin parar. Parecían un grupo de paparazzi acosándome en la puerta de un restaurante.

- ¿Pero como ha sido?
-¿Porque no nos has dicho nada?
- ¿Pero está bien?
-¿Y ya come? ¿Le traigo un tapper?
- ¿Si, quiere revistas yo...?

Bla, bla, bla... un no parar al que yo solo contestaba con monosílabos, ahí no había manera de introducir frases...


- Eh... si bueno, no, bien, si..., si, no muy bien...

Hasta que si hizo el silencio, y entonces aproveche para darles las gracias e informarles que el paciente estaba estupendamente y que posiblemente en pocos días se marchara...

- Nos alegramos mucho... ale a seguir bien, no queremos molestar más. 

Y uno a uno se fueron marchando del mismo modo que vinieron, excepto Merche.

- Quilla, yo... si necesitas cualquier cosa... bueno ya sabes dónde está mi casa.
- Gracias Merche, estamos bien.
- Bueno lo dicho...- se giró para marcharse pero se volvió de nuevo.- y... te pido disculpas por el incidente del vestido yo... no debí meterme en lo que no me llamaban.
- No te preocupes, afortunadamente lo arreglamos. Ya está olvidado.
- Si ya vi, estabas muy guapa... Gracias.
- Tu familia ¿bien?, ¿tu hijo...?
- Recuperándose, parece que va haber acuerdo... se marcha a Italia la próxima semana.
- Me alegro, cuídate. Nos vemos.
- ¡Ea! pues hasta otra chocho y que siga bien tu abuelo.

Merche recuperó la sonrisa. Es lo que tiene la Calle San Luis que igual que nos enfadamos, nos contentamos y hacemos piña.





martes, 26 de agosto de 2014
  

El tren paró justo en frente de mí. Las voces se escuchaban desde fuera, solo que amortiguadas por las puertas que aún permanecían cerradas, pero que al abrirse expulsaron sus voces a bocajarro.

- Que te he dicho que el niño no va a vender malacatones.
- ¡Ea! porque tú lo dices ¿no?
- Pos claro, el niño no se va Richar.
- ¡Pos en casa mando yo, y punto!, te digo que necesito ayuda con la fregoneta.- [Próxima estación...].- Esto no me hubiera pasao si estuviera vendiendo bolsos en el mercadillo como tu primo el…

Las voces se alejaban. Dejaron cinco huecos, la gente suspiraba de alivio. A saber desde cuando llevan discutiendo por los malacatones.

PD: Dedicado a aquellos que aportan ideas cuando estas se acaban ¡Gracias!



Related Posts with Thumbnails

Como pasa el tiempo....

No te pierdas lo nuevo de Revuelto de Neuronas en tu email,¡suscríbete!:

Delivered by FeedBurner

¡¡¡Sigueme!!!

¡Ojo! aquí quedas fichado...