viernes, 16 de enero de 2015
Poner o quitar los trastos da igual la cosa es que a él le dejen tocar, jugar, morder y perseguir los adornos y las cintas de navidad. Hay que andarse con ojo porque como pille alguna como mínimo la casa quedará patas arriba.

¿Os podéis imaginar la situación? Yo subida encima de la silla, él a dos patas apoyado en ella intentando alcanzar las cintas que yo voy desmontando del árbol. Se me caen los adornos y apenas me da tiempo a pillarlos, en un abrir y cerrar de ojos  ya se ha ido de una punta a otra jugando con ellos. El bastón de San José no sé dónde fue a parar y la cesta del niño Jesús tampoco… A esas alturas no sé si quedará algo para el año que viene.

Al final tomé la decisión de meter todo en la caja donde lo guardamos, deprisa y corriendo. Me costó Dios y ayuda porque Lito parecía poseído… pero ha sido cerrarla y echarse a dormir ¡Que tío! 



jueves, 15 de enero de 2015

Tras la boda de nuestros vecinos todo volvió a la normalidad. Fue una calma que vino acompañada de los dulces navideños, de las zambombas que nunca pensé escuchar en nuestra calle y de las luces colgadas por todos lados. Aunque las que más llamaban la atención eran las de Encarni, como no…

En estas fechas que todo son reuniones y comidas con la familia, los amigos… no faltó los desfiles. Porque en esta calle no creas que la única que se pasea es la Gaceta ¡no, que va! a parte de ella se han paseado todo tipo de familiares. Los ha habido desde los más chic, hasta los más pueblerinos, con pieles, con chaquetas de diario y hasta con camisetas de equipos de fútbol el caso es que este año todos lo pasamos acompañados.

La felicidad bullía en el ambiente, tanto que en nochevieja sobre las doce unos empezaron a bajar a la calle. Chema se ofreció a bajar la tele de su salón y conectarla en el kiosco, que parece ser tiene una pequeña, asi que la sustituyó por esta que plantó en la misma puerta a todo volumen. A tan solo 10 minutos de las campanadas la gente empezó a unirse, a bajar con botellas de champán, con copas, con sus propias uvas… Aquella calle era sin duda una pequeña Puerta del Sol, donde se respiraba el ambientillo de la emoción por pasar de año y pasó...

Cambiamos de año como si nada, como se cambia de minuto. Con los carrillos repletos de uvas a medio masticar, con el sonido del descorche de las botellas, corriendo el champán entre los más jóvenes, los más viejos, los más elegantes, los más estrafalarios… Subimos el volumen y bailamos, bailamos hasta que no pudimos más. Aquello no era una calle, era una comunidad que disfrutaba en conjunto de la navidad.

Pero se acabó. Todo ha vuelto a la normalidad. Empieza un nuevo año que no sabemos qué nos deparará ¿qué será de la Calle San Luis?


miércoles, 14 de enero de 2015



Aunque las vacaciones son para descansar, los que somos ratones de biblioteca siempre tenemos algún libro pendiente o  a medias como ha sido mi caso.  Y es que este año he pasado de un año a otro con un libro de Agatha Christie y aprovechando que he terminado el año con ella os tengo que contar una rareza mía. 

Hace algún tiempo decidí empezar a leer libros de Agatha Christie. Siempre se le ha conocido como la dama del suspense y a mí que me vuelve loca todo lo que sean crímenes, comprenderás entonces que no podía dejar pasar la oportunidad de leer a la gran especialista en esos temas. Por ello me acerqué tímidamente a sus libros, pero no quería hacerlo de cualquier manera, quería hacerlo por orden cronológico. Sip he ahí mi rareza, me voy leyendo poco a poco los libros, según la fecha de publicación. 

Mi único interés era conocer la evolución de la autora e intentar descubrir algún planteamiento en sus obras,  pero desde ya te digo que no se puede porque es tan buena que desde el primer libro te quedas a cuadros, pensando que no puede haberte engañando de ese modo,  por algo llegó a alcanzar tanta fama ¿no?
Actualmente voy por 1929, apenas llevo leídos 9 libros de sus 66 novelas policiacas… ¡ins! Sé que me quedan unos cuantos  por leer pero no desisto, son mi comodín perfecto, un juego ideal cuando no tengo otros libros que leer y nunca me defraudan.  Tan solo me he saltado el orden una única vez y fue porque iba a ver la obra de teatro Diez Negritos. Muy recomendable, una buena adaptación, aunque preferible ir a verla después de leer el libro. 

Ya puestos en antecedentes, os recomiendo dos libros de esta casi década que llevo leída: El asesinato de Roger Ackroyd y  El misterio del tren azul. Que deciros de ellos… que  en ambos hay muertos y culpables, lo demás tendréis que descubrirlo ;) 
 ¡Pero bueno! ¿Vosotros no estabaís acatarrados y en cama? si es que cuando se habla de libros... cierto, son impresionantes pero ¡todos!

¡Hasta el míercoles, queridos lectores!


martes, 13 de enero de 2015


Sigo igual que cuando me fui. Bueno igual, igual tampoco,  ando con más culo y menos dinero, porque los reyes y los dulces se nota ¡y de qué modo!. 

Pero eso solo me ocurre a mí porque mira, ayer en el último minuto se montó en el vagón un chino muy delgado y con mucho dinero. Bueno o eso me pareció, porque sonaba exactamente igual que un elefante en una cacharrería y eso por no decir, que con el peso caminaba de lado… 

¡Ains! Alma de Cántaro ¿no te parece que unos billetitos son más discretos?

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