viernes, 30 de enero de 2015


Como ya sabéis Manolo es un goloso y pierde el culo por probar un poco de su manjar favorito, el yogurt.  Pero claro, no tiene límite y así le pasó que aparte de llevarse una gran sorpresa porque en lugar de un yogurt normalito se encontró con uno gigante… perdió los estribos y se lo zampó enterito.

Así que ahora el amigo está en cama, con dolor de tripa y con un empacho que no se lo quita nadie… Habrá que ver si de esta ya deja la adicción. Aunque a mí me da que no.


jueves, 29 de enero de 2015





El año ha empezado con despedidas, la abuela de Mácu ha decidido irse a una residencia. Dice que ya no tiene porque aguantar tanto, que entre los niños, la nieta y los amigos de esta, ya está hasta el gorro. Así que esta misma mañana plantó la maleta en el maletero del taxi y una rápida ojeada a toda la calle se despidió del que había sido su hogar durante mucho tiempo.

Por lo demás todo estaba desierto y nadie parecía darse cuenta de que se marchaba, bueno o eso parecía porque alguna zapatilla roja si vi por debajo de las persianas. Supongo que después de tantos años de convivencia en la misma calle, crea vínculos… Yo ya había llegado a mi portal cuando me volví. Allí estaba la mujer, con esos ojos vidriosos pero con una gran sonrisa, por lo visto la decisión le hacía muy feliz.

Me miraba con ternura como si me dijera adiós y eso que no había tratado mucho con ella, se metió en el coche que dió marcha atrás lentamente hasta que desapareció de nuestra vista. La calle se sentía desierta, vacía, parecía mentira que haya personas que están ahí de forma silenciosa y cuando se marchan es cuando uno se da cuenta de su ausencia.

- Una menos en la calle. Que pena ¿verdad?

Me sobresal y las llaves cayeron al suelo. Entonces mis manos fueron a recogerlas en aquella minúscula baldosa donde permanecía, y fue en ese instante cuando mis manos se encontraron con las suyas. Que extraordinaria casualidad, encontrar de nuevo aquellos extraños pero conocidos ojos… ¿Conocidos? ¿Pero de dónde?




miércoles, 28 de enero de 2015


 
Voy a ser breve como las viñetas de Agustina Guerrero. Quizás hayas oído hablar de ella o hayas visto algunas de sus viñetas, pero si no te aclaro.

Agus es una argentina afincada en Barcelona que creó hace cuatro años una caricatura de ella misma: La Volátil. Esta caricatura es su doble treintañera pequeña, insegura, sincera, atrevida y sobretodo muy simpática que nos cuenta a través de sus dibujos la vida cotidiana. Con ella el hecho de ir a comprar, las relaciones de pareja, los temas tabúes... se quedan en mera risa y eso es lo la hace especialmente buena.

Si te soy sincera no sé cómo la descubrí, tan solo se que un buen día vi una viñeta en la que me sentí reconocida y acto seguido me volví loca buscando imágenes en google. Lo que más me gusta es su estilo, sus dibujos y su forma de contar cosas. Si se puede decir que me ha vuelto adicta a sus caricaturas.

Ahora no solo la busco en google sino que la tengo en un librillo en la estantería debidamente dedicado. Porque una cosa te digo el tacto del papel, el olor de un café bien caliente y el calor de una mantita, no lo puede sustituir por ningún mundo virtual.

¡¡Ehh!! ¿A vosotros también os agrada? ¡Genial!

¡Nos vemos próximo miércoles!

martes, 27 de enero de 2015

¿Alguna vez has visto un perro verde? No, ¿verdad? ¿Y un gato? ¿Un gallo? ¿O un elefante…? No, yo tampoco....

Pero lo que si he visto es un cocodrilo. Uno verde, muy verde, no verde normal, no, verde pistacho... y a falta de uno, dos.

Iban enganchados a los pies de un hombre trajeado ¡Pobre! Ir andando con ellos ha debido ser doloroso, como dolorosos se han quedado mis ojos al verlos…


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