viernes, 13 de marzo de 2015

Nada no hay manera, Lito se ha relajado un poco pero sigue maullando de lunes a viernes, los sábados y los domingos se queda calladito y metido en el cesto. Así que ya he tomado una decisión, hacer lo mismo que me hace él a mí ...¡molestar!

Le muevo la pata, le agarro las orejas, le muevo el rabo... nada... le toco la nariz, le tapo los ojos, le doy golpecitos en el lomo... nada. El tío se hace muy bien el dormido hasta que harto ya levanta la pata y... ¡se pone a jugar! Imposible, con él no se puede todo se lo toma a broma.



jueves, 12 de marzo de 2015



Todavía me sorprende con que fuerza arrastraba la Gaceta los sacos de arena, como mantenía siempre el periódico debajo del brazo, es toda una experta,  y por supuesto de dónde demonios sacó tantos sacos de arena Luis. 

Allí seguían bajo la atenta mirada de todos los presentes trabajando igual que una mula de carga y sin descansar ni un ápice. Siempre que sacaban arrastrando un saco parecía que fuera a ser el último pero no, siempre volvían a por más aquello parecía infinito. 

-Luis… ¿Cuánto tiempo vais a estar así?.- le preguntó Pepi que cansada de esperar se había sentado en la escalera del portal. 

-El que haga falta.

-¿Y no crees que ya hay suficientes sacos?

-No, nunca son suficientes. Además si tú no estás haciendo nada,  que te importa.- y entró a su casa a por una nueva carga seguida de una Gaceta sorprendentemente sumisa.  

-Mira Luis, ¡esto ya es el colmo! Vale que quieras hacer algo, vale que todos estamos de acuerdo en que no queremos que nos ocupen pisos vacíos,  pero ¿no crees que con todos los presentes es más que suficiente para que no entren?

La Gaceta se paró en seco después de salir arrastrando con una nueva carga y acariciándose los riñones dijo:

-Luis, Pepi tiene razón ¡eh! ¡Yo ya no trabajo más!, aquí no va a pasar nada si está todo el mundo al retortero. 

Luis nos miró a todos con cara furiosa y soltando de golpe el saco de arena en medio del portal dijo:

-Muy bien, no necesito a nadie para arreglar esto. – Y pego un portazo al entrar en su casa. 

-Luis hombre de Dios ¡no te enfades!  Hay hija la que se ha armado con los dichosos ocupas,  a mí me va a dar un sincope. 

-Tranquila mamá, la policía tiene que estar al llegar. Lo que si no sé, qué dirán de esto. – solté señalando la barrera de sacos que había ante nosotros. 

Cinco minutos después la puerta de Luis se volvió a abrir y ante nosotros volvió a aparecer aquella figura de superhéroe, pero esta vez empuñando una escopeta de perdigones. 

-¡Pero Luis…! 

Mi madre calló fulminada al suelo, no llegué a sujetarla. Aquello se estaba poniendo feo. 




miércoles, 11 de marzo de 2015


Quizás todavía sea pronto para que ya me conozcáis lo suficiente y sepaís que me encantan las novelas policiacas o de género negro, pero lo cierto es que  es así ¡me chiflan! y hoy vamos a hablar de una de ellas: El hombre de los Círculos Azules. 

Lejos de ser una de las mejores novelas de misterio que haya leído, es una novela pasable, entretenida, pero nada impresionante. Diría que es ideal para leer entre libros que son de otras temáticas o para escogerla cuando no tenemos más opciones. Si, es un libro "reserva". No desagrada echarle un ojo, casi te diría que tiene un no sé qué que hace que sigas leyendo, pero no es una obra maestra ni mucho menos. 

La novela nos cuenta un suceso misterioso que marcará las noches parisinas. En una de sus calle aparece pintado un circulo de color azul que rodea a un objeto cotidiano y a lo que acompaña siempre la misma frase: Victor mala suerte, ¿Qué haces fuera? Para muchos no será más que la locura de algún loco que no es capaz de dormir por las noches, pero para el comisario Adamsberg es el inicio de un asesino en serie. Siguiendo su intuición no parará hasta dar con él.

No es una novela muy extensa y como he mencionado es entretenida sus personajes son de carácter exagerado, quizás con la intención por parte de la autora de divertir al lector no lo sé, pero con alguna que otra carencia. Se nota que es la primera novela de Fred Vargas y que la autora contaba con muy poca experiencia para este género, pero ya descubriremos que no es así ni mucho menos. Nos esperan muchas más reseñas amig@. 
 

Si querido crítico, hay cosas mejores y aquí las descubriremos. 

¡Hasta el miércoles!


martes, 10 de marzo de 2015

Interactuar con locuciones puede ser muy molesto, sobretodo si  nunca llegaremos a buen puerto y estamos a punto de perder la cobertura:
-  Si.
-  Que ¡si!
-  Agente...
-  A-GEN-TEEE
- ...
- Hola Señorita Aurora. Si mire, es que me sale la mierda del robot y no puedo contactar con ustedes, yo le llamaba por… ¡Joder se cortó!
-  ¡Si!
-  Agente...
-  No, A-GEN-TE.
- …
- Hola Raul, tío es que me sale el robot y me desconcierta, porque me pongo nervioso. ¿No tienes manera de quitar el robot ese?… sí hombre, el robot... no, el robot que sale cuando marcas, ¿no? ¿no hay manera? ¡joder tío!  es que me desconcierta mucho y me pongo tan nervioso que ya no sé ni para que te he llamado, que no, que no sé para que te he llamado…(cuelga) Joder con el puñetero robot, otra vez a llamar y ya van tres.
- ¡SI!
-  A-GEN-TE
- ...
-  Hola Señorita, mire le llamaba porque me ha llegado un mensaje que me dice que tengo activado no se que del servicio blackberry y yo no tengo blackberry… ¿que no me preocupe?… ¿ya pero eso tiene coste?…ya  bueno me quedo más tranquilo,  y otra cosa ¿porque me dice que tengo un saldo tan bajo? pero si yo lo recargue el otro día...  ya, que debe ser un error, si por favor mírenlo porque yo lo recargué con 5€ el otro día. Ah y tenía que decirle otra cosa... ah si, a ver si quitan la mierdad del ro…

Se perdió la cobertura. A veces es mejor eso que volver con la misma cantaleta. 


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