viernes, 20 de noviembre de 2015
De vez en cuando el cajón de los pañuelos está hecho un asco y hay que poner orden en el caos, así que la mejor manera es desmantelar el armario.

Pero claro, la peor consecuencia es que no veas esa cabeza pequeña con orejillas puntiagudas que te mira con cara de pillín y la tabla del cajón le deje espachurrao en el fondo.

Por suerte tiene boca y con un miau muy débil se libra del peor de los sucesos. Ahora bien, como tiene una habilidad increíble para mover el cascabel sin que suene el otro día le volvió a pasar, pero con el sofá...

Cualquier día le encontramos hecho trizas en la parte de atrás de cualquier rincón de la casa.



jueves, 19 de noviembre de 2015

Después del grito que pegamos mi madre y yo, Carlos se nos quedó mirando en silencio. Casi podía adivinar su pensamiento "en esta calle están todos locos" y la verdad es que razón no le falta.

Los acontecimientos pasaban de castaño oscuro porque nos hemos enfrentado los unos con los otros, pero nunca hemos llegado a las manos.

-Ven anda que te cure esos arañazos.- Carlos me siguió al baño mientras mi madre murmuraba cosas inconexas.

- De verdad que están locas ¡eh! tenías que haberlas visto... yo las veía desnudas en medio de la calle y con los pelos enmarañados... grrr vaya escena me dan escalofríos.

Se me escapó una risa, no puede evitar dibujar en mi mente la imagen de ambas peleándose...

- ¡Que cosas tienes!

- ¿Has hablado ya con tu madre?

- No, todavía no. Iba a llamarla por teléfono pero apareció aquí.... Aunque la verdad... ahora que estamos los dos es mejor ¿no? Así podemos darle la noticia juntos.

- Y no será que no sabes cómo decírselo. ¿Te pones nerviosa?

- Bueno Carlos le hará ilusión pero se cómo es y sé que se va ha poner nerviosa... y se liará a planificar...y... en fin que no se si quiero que me den la lata la verdad.

- ¿La lata? ¿por qué tengo que darte la lata yo?

La cabeza de mi madre se asomaba por la puerta, con los ojos como platos

- Bueno mamá es que nosotros...

¡fiiishs! el ruido estrambótico de la cafetera saliéndose nos interrumpió.


miércoles, 18 de noviembre de 2015


Me habían hablado mucho de la peli que se basa en el libro e incluso me habían contado maravillas de ella,  así que pensé que igual me estaba perdiendo algo buenísimo. Después de mucho remolonear decidí ponerme manos a la obra (nunca mejor dicho ;)) y leerme el libro (si me dan a elegir siempre escojo la lectura)

El cuaderno de Noah es una novela romántica protagonizada por un abuelito de 84 años, que a través de la lectura de su diario nos cuenta como fue el recuento con el amor de su vida, Allie. Tras mucho pesar finalmente consiguen formar una vida juntos y ahora en la actualidad ambos se encuentran ingresados en una residencia de ancianos a la espera del final de sus días. 

Suena triste ¿verdad? pero espera es que esta novela tiene dos tiempos, uno en el presente y otro en el pasado. Este último ocupa todo el corazón de la novela y es el momento en el que los protagonistas se reencuentran, florecen los sentimientos, las pasiones, los miedos, las tristezas, las alegrías... pero te quedas a medias porque cuando llega lo mejor, la narración se corta y nos habla del presente. Ese en el que las arrugas, las pastillas, el alzhéimer... se hace latente y la narración se vuelve triste, apagada, melancólica... 

Como puedes ver los diferentes sentimientos fluyen, pero hay una cosa importante en esta novela que no me gusta en absoluto, y es que hay un corte brusco entre una parte y otra. Creo que al autor no supo diluirlo, entremezclar una época con otra. Así pues te estas comiendo a besos, te enfadas con el amor de tu vida y terminas sentado en un geriátrico, así sin más. ¿Dónde está la reconciliación? ¿No podía seguir varias páginas más y no dejarnos a medias en el momento más romántico? Me desconcertó mucho esa parte. 

Cierto que le pillas el punto enseguida pero dejar que seas tú quién imagine como pudieron pasar los acontecimientos, no me gusta. Un libro es para contar cosas y si tiene 800 páginas pero me lo cuentas, me gustará más.

No hay muchos personajes los más importantes son dos, que son los que llevan  el peso de la narración, Noah y Allie. El primero (aunque tiene nombre de chica es un hombre) es como muy especial y desprende romanticismo y protección, ella en cambio es una mujer insegura, llenas de dudas. Es más indecisa y más impulsiva. Una buena combinación. 

Completamente de acuerdo, no está mal pero no es una de las mejores novelas románticas que he leído. Así que si os decidís por este libro mejor la peli es más breve e igual está hasta mejor desarrollado.









martes, 17 de noviembre de 2015

En un lugar donde todos convivimos a diario se hace el silencio. Se aboga por la reflexión cuando uno mira el intermitente piloto de la puerta buscando respuestas, cuando mira a un lado a otro y descubre que el resto del vagón tampoco las tiene.

Resulta incompresible como gira esta peonza que tenemos por mundo, como la locura se apodera de todo y de todos... Vuelve el silencio en los pensamientos que ronda alrededor de la tristeza de estos días, la rabia por las injusticias, los miedos...

La gente baja, sube en la siguiente parada... la normalidad se instala poco a poco. Pero no hay que olvidar, hay que reflexionar... En el pasado, en el presente ¿Qué se está haciendo mal...?

Próxima parada...

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