viernes, 15 de abril de 2016
Supongo que alguna vez has sentido ese calor insoportable que tienes en la cama y que hace que te desarropes. Claro que por el contrario cuando estás ahí tendido sin las sábanas tienes un frio...

Al final optas por el término medio: te arropas pero sacas el piececillo por un huequillo y entonces sientes que estás en armonía. Hasta que empiezas a no sentir los dedillos del pie y lo metes para adentro.

Pues creo que Lito está en esa misma situación,  porque el otro día le vi todo escondido bajo las faldillas con el morro pegado a la estufa y... ¡el rabo fuera!


jueves, 14 de abril de 2016


Salir a la calle se volvió una locura, el que no me miraba la tripa,  me preguntaba que si tenía nauseas o si ya tenía antojos. Daba igual que lo desmintiera una y otra vez, que siempre volvían a lo mismo. Merche incluso me llego a decir:
- ¡Chocho que contenta estoy! Te voy a hacer unos patucos amarillos, así da igual si es niño o niña.
- ¡Merche por Dios, que no...!
- ¿Como que no hace falta? Hace falta, desde luego que hace falta. Que luego siempre los lleváis con los pies al aire y se constipan.
En fin, daba igual. Siempre me cortaban cuando iba a negarlo, así que toda la calle piensa que supuestamente estoy embarazada,  pero la noticia real de que Carlos y yo nos casamos... nada de nada.
Así que ya harta de llevar semanas recibiendo enhorabuenas por un bebé ficticio...
-Carlos que no, que te digo yo que estos se hacen los suecos. Dime como puede ser que no se hayan enterado aún de que nos casamos, pero todos saben perfectamente que vamos a tener un supuesto hijo.
- No sé cariño...,  pero qué más da. Mira así no nos dan la murga con los preparativos de la boda. Que luego ya sabes que aquí opina hasta el tato.
- ¡Ya claro! como tú estás apagando fuegos por todo Madrid y no te miran la tripa mientras murmuran que lo que tienes es tripa de estar gorda y no de preña, ¡pues te da lo mismo que digan lo que quieran! Mira harta me tienen  ¡harta!
-Bueno, bueno tranquilízate mujer, que esto se arregla en un periquete.
-¿A sí? ¿y cómo piensa arreglarlo el señorito?, porque yo por más que digo o hago no hay manera...
- Tú déjame a mí, ya se me ocurrirá algo.
Me dejo con la palabra en la boca, los ojos como platos y las dudas en el aire, mientras se marchaba con aquella sonrisita socarrona que me vuelve loca.


miércoles, 13 de abril de 2016


Es un libro sí, está lleno de doscientas páginas que me dan una pena ¡horrorosa! y es porque a este libro no hay quien le coja por ningún lado.
 

Se supone que es una novela romántica donde el protagonista, un paciente que ha sufrido un accidente en África y que está totalmente quemado, le contará quién es en verdad y de quién se enamoró a Hana, la enfermera que le cuida después de haber abandonado a su equipo médico tras la guerra, y que en determinado momento decide quedarse a cuidar de "el paciente inglés"  en un monasterio casi derruido.


Suena bonito ¿a que sí?, pero lo cierto es que tiene poco de verdad. Porque junto a estos dos protagonistas aparecen otros dos más: Caravaggio, un ex operativo del servicio de inteligencia canadiense y formado como ladrón y Kip, un zapador (desactivador de bombas) de origen indio, que formarán parte activa en la novela. Los cuatros llevan las riendas de una narración con hechos poco correlativos que nos cuentan las secuelas que padecen tras el fin de una guerra y que se hacen latentes en su forma de expresarse o de vivir dentro de su improvisado hogar.  

Pero lo que hace que está novela sea ilegible es que no hay una historia principal que haga de hilo conductor, no hay un espacio de tiempo bien idefinido y unos flashback bien identificado, es decir, tan pronto estás en el presente o en el pasado, en la vida de Hana o en la de Caravaggio o en la de Kip desactivando una bomba ahora o años atrás. Y es precisamente todo ese conjunto de cosas lo que la convierte en una novela con una historia muy confusa y por tanto en soberanamente aburrida.


Te preguntarás: ¿por qué te lo tragaste si resulta que no te gusta nada? Pues la verdad es que no lo sé... supongo que son de esos libros tontos que empiezas y sigues leyendo a ver si mejora, a ver si dice algo del paciente inglés.... y al final te lo has tragado entero. Pero te digo que es una pérdida de tiempo,  así que esto no es una recomendación es una advertencia, ¡táchalo de tu lista!

 
Sí querido crítico esto es un libro, aunque no lo parezca y deje mucho que desear. Igual la peli está bien aunque no me han hablado muy bien de ella tampoco, claro que teniendo esto como referencia...


martes, 12 de abril de 2016

Últimamente en el metro he visto varias personas con colas... quiero decir con rabos... bueno con esa cosa con pelos...

¡Joé! ¡Con colas de animales colgando de los bolsos! parece que se ha puesto de moda llevarlos de llavero... vaya modas ¬.¬

¡Shhh! mejor que no se entere el Manolo que se me asusta el pobre y ¡no sale en una semana!


lunes, 11 de abril de 2016
Queridos revueltos, 

Sé que me desaparecí durante mucho tiempo, pero no ha sido por voluntad propia, lo juro. Me han secuestrado el estrés y la falta de tiempo, esos dos malos amigos que a veces aparecen en la vida de uno. 

Pero bueno he vuelto por esos lares con la intención de contaros que pasó en la Calle San Luis, porque amigos... se nos va, estamos en la recta final de la historia y espero que os guste. 

Un besazo para todos. 





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